No verte, no oírte,
No estar a tu lado
Ni sentirte, en verdad
Me provee la falsa calma
De una falsa realidad
Donde supuestamente
Mi espíritu no se subleva,
(Ni mi mente ni mi alma)
Y mi cuerpo no se estremece.
Pero si llega el momento
De simplemente escucharte
Comienza mi tormento
Con el dolor que esconde
Mi necesidad imperiosa
De amarte, de besarte,
De acariciarte y colmarte
De Amor (loco y loca)
Con la misma felicidad
Que me brindás y que es mucha
Y es tanta, que da pena
Que se pierda en cuatro duchas
Lo que en realidad te corresponde
Por ser vos quien lo provoca.
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