"Ya no te quiero", sentenciabas.
Me abandonaste
y cerraste la puerta
a tus espaldas.
¡Pero si yo ya no estaba!
Tus palabras de despedida
frías y estúpidas resonaban.
Sin mascar y escupidas con prisa,
como quien se deshace de su carga.
Pero yo ya no estaba.
No podía oírte en el vacío sordo
que tu desamor rezumaba.
Recogiste tus cosas
como un haz de luz
sin reparar en
que ya yo las empacaba.
No te quiero, anunciaste.
Iluso qué tarde llegaba.
Me dejaste sin ser dejada.
¿Cómo abandonar a quien ya no estaba?
Lentos y torpes se diluyeron mis colores en la suciedad de tu agua.
Emborronabas cada día de mentiras y palabras que, sin yo escuchar por no reír,
esperaba agazapada.
Te marchaste, eso sí,
con billete de ida y vuelta.
Qué egoísta, cuánta torpeza.
Cuando quisiste volver
¿Con qué soñabas?
¿Cómo te iba a querer?
¡Si yo ya no estaba!
2 comentarios de amigos:
Mejor dejar marchar a estás personas que solo saben hacer daño.
Besos y feliz semana.
lejos mejor Rosana, saluditos que estes bien
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